Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol.
Marcos 16,2
Hoy domingo y a partir de la resurrección de Jesús será un día para celebrar y festejar, un día para reunirse como pueblo de Dios, para alabar y glorificar su nombre. Y en este día aparecen las figuras de tres mujeres que por todo lo que hacen manifiestan su gran amor por Jesús; fueron las que estuvieron hasta el último momento al pie de la cruz, son las que a primera hora, muy temprano, van al encuentro de Jesús, son las que compran especias aromáticas sin fijarse en el costo, porque su amor por él era más importante. Saben con qué dificultades se van a encontrar: cómo remover la piedra, pero no desisten, siguen adelante. Nosotros hoy podemos decir que buscaron equivocadamente, porque buscaron a un Jesús muerto, pero quiero rescatar el valor de esa búsqueda que las hizo encontrar cosas que no esperaban; en lugar de encontrar a un Jesús muerto encontraron a un Jesús vivo. La piedra estaba removida. Fue el amor por él, la pasión por él, lo que guió su búsqueda, y encontraron más de lo que buscaban. Que nosotros también podamos ser como estas Marías, que busquemos siempre a Jesús y de seguro hallaremos más de lo que buscamos.
